Últimamente a Iberia le ha dado por las tecnologías. No se sabe si es para desviar la atención sobre la situación de la empresa, para que no se hable del ERE que tiene en marcha o para tener contenta a la cúpula de British Airways, que es la empresa que va a desmantelar a la otrora compañía de bandera, pero la realidad es que en los últimos tiempos en vez de seguir hablando de estos aspectos y del maltrato que están sufriendo miles de trabajadores (desde pilotos, pasando por azafatas hasta empleados de tierra), los medios prestamos más atención a la obsesión que le ha entrado a la compañía por ser pionera en esto de la utilización de las TICs en los aviones. Así que desde este blog vamos a resumir todas ellas.
1.- Renovada página web: La semana pasada la compañía anunció una nueva página web. En principio parece más sencilla de utilizar que la anterior y el diseño se ha mejorado sensiblemente. Ahora bien, sigue adoleciendo de un fallo fundamental que ya tenía la antigua y que demuestra a las claras cómo Iberia dejó de ser Iberia hace tiempo y se ha convertido en el hermano pordiosero de BA: si compras un billete a través de esa web serás un auténtico gañán. Vete a la de British que en la de Iberia te saldrá más caro. A modo de ejemplo y como se puede ver en las imágenes superiores, ayer hice la búsqueda para comprar un billete de ida y vuelta a Nueva York. ¿Las fechas? La ida para el 4 de septiembre y la vuelta para el 11 del mismo mes. Y, ¡sorpresa! ¿qué es lo que sucede? Pues que con Iberia cuesta 801,72 euros y si lo hacemos con British Airways, 649,21 €. Es decir, dos marcas, pertenecientes al mismo grupo empresarial, IAG, tienen una diferencia de precio de nada menos 152,51 euros según se compre en una u otra web. Es más, los vuelos de British Airways incluyen escala obligatoria en Londres, con lo que debería ser más caro el coste del pasaje puesto que hay que coger cuatro vuelos. A British el queroseno le sale a precio de ganga si no, no se entiende semejante diferencia de precio. En realidad, me atrevo a pensar que los directivos lo achacarán, como casi siempre se hace en este país, a los elevados costes laborales y como queda muy bien, los pilotos serán los culpables de semejante situación. Y es que, como son una casta privilegiada lo que deberían hacer es apretarse el cinturón y ganar 1.000 euros al mes. Pues no, hombre. Que parece que levantar un pájaro de semejante tamaño y tener la responsabilidad de la vida de cientos de pasajeros es como poner ladrillos y no: eso se tiene que pagar. Y se tiene que hacer con una muy buena remuneración.
2.- WiFi en los aviones: Y todos tan contentos. ¡Qué bien! ¡Qué alegría, qué alboroto! Ya podemos estar dándole al Whatsapp en el avión o viendo el partido de la Champions mientras estamos en pleno vuelo. Pues sí, lo podrás hacer pero a precio de ibérico pata negra, como todo lo que suena a Iberia. La antigua compañía de bandera cobrará 5 euracos por cada cinco megas. No, no te equivoques, no hablamos de megas de velocidad, sino de tráfico. Puesto en cristiano esto quiere decir que por esos cinco euros no te podrás descargar el PDF que te ha enviado tu jefe y que tiene unas 50 páginas. Ojo, avisa a tus colegas de que en periodo de vuelo no te manden vídeos a través del Whatsapp: la mierda de bocata de jamón con una sola loncha que te sirven en el avión (y que también pagas a precio de onza de oro) es muchísimo más barata. Y es que en Iberia dan siempre en el clavo. Si hubieran sido los primeros en sacar este servicio, se puede entender. Pero no, Mari. Lufthansa ya lo ofrece en algunos de sus vuelos a un precio de 9,50 euros la hora, sin límites de descarga ni nada por el estilo. Es todo un ejemplo de cómo se debe dirigir una compañía mal, a no ser claro, que lo que se pretenda sea hundirla.
3.- Facebook y Twitter: esto último se le ha debido pasar por la cabeza a una mente en calamitoso estado. A este/a iluminado/a se le ha ocurrido que, ya que existe mucha gente enganchada al Facebook y Twitter, va a empezar a sentar a los pasajeros juntitos y basándose en afinidades gracias a estas redes sociales. Claro, como tienen 1,3 millones de seguidores se creen que el personal lo hace porque les apasiona Iberia. Pues no. La gente, al menos en Twitter que es donde yo estoy, os sigue para poneros a caldo, para quejarse de vuestros constantes retrasos y para que les informéis sobre por qué habéis suprimido algunas rutas. Los del Facebook, como buen patio de porteras que es, a lo mejor os siguen por algún sorteo que hagáis. ¿Quién os ha dicho que nos queremos sentar con alguien afín a nuestro lado? A mi me encanta Franz Ferdinand pero no quiero que a mi lado me pongáis al friki de turno que se pase hablándome las dos horas de vuelo sobre lo maravilloso que es el grupo escocés. Yo me meto un avión y mi personalidad muta: me convierto en un ser asocial y no quiero que el señor o la señora de al lado me de la brasa por mucho que el tema del que quiera hablar sea muy interesante. No, yo cojo siempre ventana para que no me den el coñazo con constantes salidas al baño y para poder dormir una siesta apoyado en la pared del avión. Y quiero que me dejen a mi rollo con mi música, mis libros y mis mandangas.
Sí, soy un tipo raro y por eso lo mejor de Iberia para mí son sus azafatas: bordes, con cara de vinagre, hartas de ese señor que se pasa todo el vuelo pulsando el botón de llamada al auxiliar de vuelo. Unas tipas secas y rancias que sólo se preocupan por el pasajero que realmente lo necesita. Nada que ver con las azafatas de compañías americanas que siempre tienen la sonrisa Profidén en la boca y que te marean constantemente con su oferta de zumos de tomate. Yo en un avión quiero que no me den el tostón y eso Iberia era una de las pocas compañías en las que ese relax se podía conseguir. Así que como me busquen afinidades, empezarán a contar con un cliente menos.
Y como la cosa va de redes sociales la música de hoy la pone un grupo llamado Cast. El cantante tiene el mismo careto que el Zuckerberg del Facebook. La banda en cuestión es el típico grupo british de los años 90 muy similar a otros grupos como Suede, The La’s u Oasis.