Y el «tasis» ganó a Uber

taxiUna de las últimas noticias tecnológicas del año pasado fue el cierre de la aplicación Uber. La compañía, obligada por la Justicia, y ante la presión del gremio del taxi no tuvo más remedio que forzar su cierre el mismo día 31 de diciembre. Evidentemente, no hace falta ser muy avispado para saber, que en no mucho tiempo volverán a la carga y si no son ellos, otros lo harán.

No voy a hacer desde aquí una valoración extensa de si tiene razón Uber o si la tienen los taxistas. Sólo hay dos cosas que creo que deben ser revisadas antes de que se vuelva a producir el motín del taxi. La primera es que este sector se debería liberalizar y poder permitir que cada uno se busque las habichuelas como buenamente pueda, pagando sus impuestos correspondientes, teniendo los seguros en regla para poder realizar el transporte de pasajeros, etc.

La segunda es que a estas alturas que a alguien que se quiera dedicar al mundo del taxi le cueste más una licencia que la hipoteca de una casa debería ser un caso de estudio.

Pero la realidad es la que es, y en España Uber ya no funciona, así que a una buena parte de los taxistas les debería servir para dejar de mirarse tanto el ombligo y mejorar su servicio, que en algunos casos es deficiente. Estas son algunas de las cosas que se deberían mejorar.

1.- Incorporar la tarjeta de crédito como medio de pago en TODOS los taxis. No puede ser que bien entrado el siglo XXI, encontrar uno que acepte esta forma de abono sea más difícil que descubrir el lugar en el que se ubica el arca perdida. Eso por no mencionar, cuando uno llega de un vuelo, la buena imagen que da el controlador de taxis del aeropuerto, cuando vocifera a los cuatro vientos: “¿Alguno admite tarjeta?”

2.- Si yo no puedo fumar en mi trabajo, tú tampoco deberías hacerlo en tu coche, que es tu lugar de curro. Vale, evidentemente ninguno lo hace mientras lleva a un pasajero, pero no debería permitirse que cuando alguien entre a un taxi, éste apeste a Ducados. Amigo taxista: si quieres fumar, paras el “teki”, sales de él y te echas un cigarrito.

3.- Apréndete el callejero de una maldita vez. Vale, el GPS ha ayudado mucho a que los simples mortales podamos llegar a cualquier parte, aunque en muchas ocasiones tardemos más de la cuenta porque las rutas que nos ofrecen los mapas no son las más rápidas. Pero tú, amigo taxista, deberías saber cómo ir a la calle que te pide tu cliente sin tener que perder el tiempo en teclearla en el navegador, mientras el taxímetro está corriendo. Eso sin contar con el taxista kamikace que va introduciendo la calle a la que va cambiando de marcha. Uno cuando ha ido a ciudades como Londres, no ha visto al taxista tener que usar el navegador. Simplemente porque el taxista sabe dónde están todas las calles. ¿Por qué no tenéis que hacer un examen sobre dónde se encuentran las calles?

4.- Por favor. No quiero escuchar a Carlos Herrera o a Gemma Nierga o Radio Marca o Maxima FM mientras me llevas a mi destino. Al menos, ya que te voy a pagar, pregúntame si me molesta la emisora. Entiendo que a lo mejor no te gustará que te diga que pongas Radio Clásica, pero si es lo que el cliente quiere, tendrás que tener paciencia y soportar 15 minutos de Mozart.

5.- ¿Por qué esa manía de adornar el taxi por dentro de esa forma tan hortera? Vamos a ver. Si cuando te vendieron el carro te lo dieron sin ningún extra aparte del ABS o de los asientos calefactables, ¿por qué sigues poniendo esas fundas de bolitas de madera, que además de ser de mal gusto son incómodas? ¿Por qué instalas una mampara de protección si luego la llevas abierta y lo único que hace es incomodar al cliente? De acuerdo, te mola llevar un taxi tuneado, pero por favor, el cubrevolante imitando la piel del leopardo o al fórmula 1 de Fernando Alonso es muy choni.

6.- Aprended por favor de vuestras compañeras taxistas: el coche lo llevan impoluto pero sobre todo: se duchan cuando salen de casa. No es soportable ver como algunos de vosotros parece que en vez de trabajar en el taxi estáis corriendo la maratón a diario.

7.- De acuerdo, es una burrada lo que os cuesta
mantener el vehículo, cada vez hay menos clientes y los ayuntamientos os dan sablazos de continuo. Me parece bien que me lo cuentes, pero ¿podríais dejar de decir “tasis”?

Yo creo que si lleváis a cabo algunas de estas medidas por mucho Uber que aparezca, tenéis el mercado más que ganado. Sobre todo si seguís apostando por las múltiples apps para móviles que actualmente existen.

La música de hoy corre a cargo de The War on Drugs, que en 2014 sacaron uno de los mejores discos del año. Como prueba este Red Eyes.

Deja un comentario